Es lo que tiene personalizar tratamientos y darle a cada persona lo que necesita

Hola soy Elena Peña, desde siempre tuve problemas de piel y si eres mujer y has pasado por algo similar, me entenderás perfectamente.

No es fácil, no fue fácil, fueron muchos años sin encontrar soluciones y terminó afectándome a nivel personal.

Pero un día descubrí algo que me ayudaría.

Nada nuevo que no se conociera desde hace miles de años, nada inédito que las abuelas japonesas y coreanas no supieran para mantener una piel de porcelana. Aunque para mí, sí que fue algo novedoso.

Quizás por nuestra cultura, en la que todo va demasiado deprisa, en la que cada vez nos separamos más de nosotras mismas, no nos tenemos tan en cuenta a la hora de estar y sentirnos más guapas.

Algo más que descubrí fue que tanto mi estado físico, como mis emociones habían afectado a mi piel y como combatiendo la raíz, pude corregir y recuperar la piel que siempre deseé.

Además, durante ese proceso, como una maravillosa causalidad (porque yo sí creo en las causalidades), conocí un complemento perfecto, una cosmética revolucionaria que cambiaría mi vida y la de muchas de mis clientas. Más tarde te hablaré de ella.

Y así es como he construido mi marca, mi forma de trabajar, de relacionarme con las clientas.

Escucharte para personalizar con técnicas manuales y orientales es una de mis prioridades.

Que recuperes tu mejor versión, no solo estando guapa, sino sintiéndote bien, es otra.

Que noten cambios en tu piel, en tu rostro, también será una prioridad.

Que te tengan envidia no lo es, (pero ahí no voy a poder hacer nada).

Quizás ahora entiendas por qué no puedo dar citas a todas mis clientas, por la personalización en la que creo, la que practico, la que da soluciones.

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